viernes, 4 de julio de 2014

Viaje veraniego

Como cada  verano, me despido de mi ciudad,  para aventurarme en un mar de sueños y  de emociones en diferentes rincones del mundo. Se podría decir, que viajar es uno de mis tranquilizantes, ya no solo por el hecho de romper con la rutina diaria, sino por el estar en un lugar diferente e investigar sus orígenes. Soy muy curiosa,  lo reconozco, y me encanta que las cosas que veo se me queden grabadas tal y como son. No me conformo con ver lo más importante de los lugares, es más prefiero ver cosas diferentes, se puede decir que lo diferente me atrae.

Camiseta:Hollister








Camiseta; Jersey; Vaqueros: Zara/Sandalias:Marypaz/Bolso:Primark











Benidorm fue uno de mis primeros destinos tras hacer Selectividad. Aunque sea un lugar mítico para irte a la playa, o para irte de fiesta,  intenté que también fuera algo turístico. Me he dado cuenta a lo largo del curso, siento una debilidad por las zonas antiguas de las ciudades, y por eso, mi queridísima Alazne y yo visitamos el casco antiguo de Benidorm como unas tres veces durante nuestra mini estancia. Me recordó un poco a las islas griegas: las fachadas blancas, suelos de piedra con algún que otro mosaico,  el mar de fondo...
Como en todo viaje ocurren muchas anécdotas, y que algunas deben ser guardadas. Aun así hay una que me gustaría contaros; estábamos tomando algo en un bar a pie de playa y me dio por fijarme en la luna ¡era  de color naranja y enorme! ME ENCANTÓ.

Me alejé de la terraza para intentar sacarla foto con el móvil, pero no se apreciaba bien… por lo tanto decidí contemplarla y quedarme con ese momento, momento en el que oía las olas llegar a la orilla de la playa y el olor que desprendían, fue increíble. 

¡Disfrutad del verano!

Allende. xx

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